Dieta baja en grasas frente a dieta baja en carbohidratos: ¿cuál es mejor para perder grasa?
Un nuevo estudio [1] ¡ha puesto aparentemente en tela de juicio todo lo que sabemos sobre el tema!
En 2015, la revista “Cell Metabolism publicó un estudio que debería haber cambiado el juego. ¿Por qué?
Porque los hallazgos de este estudio informaron que, contrariamente a la creencia actual, una dieta baja en grasas puede conducir a una mayor pérdida de grasa corporal mejor que una dieta baja en carbohidratos.
Sin embargo, por una razón u otra, los resultados de este estudio han sido ignorados. ¿Por qué se han ignorado?
Quizás porque esta revelación no ha gustado a los defensores de la dieta baja en carbohidratos y podría poner en peligro todo su arsenal de argumentos.
¿Cómo fue este estudio?
Científicos de los Institutos Nacionales de Salud dirigidos por el Dr. Kevin Hall, reclutaron a 19 hombres obesos y los confinaron en una sala metabólica durante dos semanas. Todo lo que comían los voluntarios se medía y se asignaba cuidadosamente.
Durante el primer periodo (es decir, las dos primeras semanas), los hombres vieron reducida su ingesta calórica en torno a un 30% como resultado únicamente de la restricción de carbohidratos (dieta baja en carbohidratos).
Durante el segundo periodo (las dos semanas siguientes), se invirtieron las condiciones de la prueba y los hombres pasaron a seguir una dieta baja en grasas. La ingesta calórica se mantuvo independientemente del nutriente restringido (grasas o hidratos de carbono).
Al mismo tiempo, los investigadores controlaron diariamente la cantidad de grasa corporal quemada por los participantes.
Los resultados del estudio: ¿es mejor la dieta baja en grasas?
Los voluntarios que siguieron una dieta baja en grasas perdieron 89 gramos al día de grasa corporal, mientras que los que siguieron una dieta baja en carbohidratos perdieron 53 gramos al día.
Y contrariamente a lo que afirman quienes siguen dietas cetogénicas, los investigadores descubrieron que la insulina desempeñaba un papel limitado, incluso insignificante, en la pérdida de grasa registrada.
Es cierto que la dieta baja en carbohidratos suele producir menos insulina (y, por lo tanto, hace que se queme más grasa). Sin embargo, fue la dieta baja en grasas la que produjo la mayor pérdida de grasa corporal.
Este hallazgo cuestiona la teoría de que una producción elevada de insulina conduce a una menor pérdida de grasa corporal y a un mayor almacenamiento de la misma.
Interpretación y limitaciones del estudio
Este estudio presenta dos problemas potenciales.
En primer lugar, el número de participantes fue muy reducido (sólo 19 voluntarios). Sin embargo, hay que decir que poner a 19 personas obesas en una “cocina metabólica” donde se controla todo lo que comen es un proceso oneroso.
En segundo lugar, los investigadores hicieron algunas proyecciones matemáticas tanto sobre las personas que seguían una dieta baja en carbohidratos como sobre las que seguían una dieta baja en grasas e intentaron calcular el resultado si el estudio se realizaba durante un periodo de 6 meses.
Basándose en los cálculos predictivos, llegaron a la conclusión de que seguir una dieta baja en grasas durante este periodo habría conducido a una pérdida de grasa modestamente mejor (alrededor de 3 kg) que una dieta baja en carbohidratos.
“Aunque el presente estudio ha demostrado la posibilidad teórica de que las dietas isocalóricas que difieren en carbohidratos y grasas puedan dar lugar a diferentes pérdidas de grasa corporal, el cuerpo actúa para minimizar estas diferencias”.
Por lo tanto, y si le das alguna credibilidad a este estudio (y deberías), deberías reconsiderar tu postura respecto a los carbohidratos en la dieta.
En última instancia, lo que más importa para la pérdida (o ganancia) de grasa corporal bien puede ser lo que todos los dietistas estaban subrayando: Las calorías importan más que los nutrientes específicos.
Entonces, ¿la dieta baja en carbohidratos no funciona?
Este estudio no pretende sugerir que la dieta baja en carbohidratos no funcione. Y estos investigadores lo han dejado claro… lo mismo ocurre con cualquier dieta en la que se le pida que piense en lo que come.
Sin embargo, deberíamos preguntarnos por qué funciona esta dieta baja en carbohidratos, ya que los resultados de este estudio demostraron que la insulina no desempeña un papel determinante en la pérdida de grasa, al menos cuando se trata de carbohidratos.
Dicho esto, no se trata de una invitación a subestimar el papel de esta sustancia. Al contrario, hay que hacer todo lo posible para aumentar la sensibilidad a la insulina.
Cuanto más lo haga, más fácil le resultará reducir la grasa corporal total, por no hablar de los demás beneficios para la salud que obtendrá.
