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Propósitos de Año Nuevo… ¡Ese es un titular que se ve mucho en las páginas de las revistas y otros diarios cuando se acerca el 1 de enero de cada año! Ya sé, me dirás que ya estamos a 2 de enero y que probablemente ya me he olvidado de los propósitos que me hice ayer. Pues no…
Si tú también eres de los que se proponen cosas para el Año Nuevo, espero que lo consigas. Pero, ¿cómo cumplir tus “buenos” propósitos? ¿Cómo evitar los malos? ¿Qué propósitos de adelgazamiento y pérdida de peso debo hacer? He decidido (¡y me he propuesto!) hablarte hoy de los buenos propósitos para el Año Nuevo.
Según la WikiPedia costumbre de la civilización occidental que consiste en adquirir uno o varios compromisos con uno mismo para mejorar el comportamiento, los hábitos o el estilo de vida durante el año siguiente, al despuntar el nuevo año el 1 de enero.
El carácter ocasional de esta costumbre hace que la mayoría de las personas se sientan obligadas a esperar hasta estas fechas para realizarla. Muchos investigadores sociológicos creen que los propósitos de Año Nuevo no tienen por qué estar asociados al Año Nuevo. Por cierto, yo también estoy completamente de acuerdo con ellos. Cambiar de hábitos o de estilo de vida puede hacerse en cualquier momento del año: sólo hay que creer en ello y luchar por conseguirlo.
Parece que perder peso es uno de los propósitos que surgen cada año. Según la página web oficial del Gobierno de Estados Unidos, perder peso forma parte de la lista de propósitos para mejorar el bienestar físico, que ya incluye, entre otras cosas: comer sano, dejar de fumar, beber menos alcohol, volver a ponerse en forma, etc. Otras mejoras que aparecen después en la misma lista se refieren al bienestar mental, las finanzas y la participación social.
Además de los caprichos que nos damos durante las fiestas, los malos hábitos alimentarios a los que sometemos a nuestro cuerpo a diario habrán dado lugar a un exceso de peso que repercute tanto en la salud física como en la estética del cuerpo. El 1 de enero de cada año comienza la carrera por adelgazar, con el primer día del verano como fecha límite. Casi todo el mundo quiere adelgazar de forma rápida y milagrosa. Pero a menudo no funciona…
Según un estudio del Journal of Clinical Psychology de la Universidad de Scranton, sólo un 8% de las personas cumplen con éxito sus propósitos. El resto se divide entre los que fracasan cada año en sus propósitos y los que a veces consiguen cumplirlos.
¡Usted podría ser uno de ese 8% si lo hace bien! Muchas personas, a pesar de su buena voluntad y de los medios de que disponen, no consiguen alcanzar sus objetivos. Si quiere tener posibilidades de éxito, tendrá que :
Perder peso… no es ninguna hazaña. Forma parte de un proceso de cambio que no aceptamos fácilmente. No es tan fácil cambiar de hábitos. Con el tiempo, nuestro cuerpo y nuestra mente habrán interiorizado muchos mecanismos que ahora están profundamente arraigados en lo más profundo de nosotros mismos. Estos hábitos son el resultado de un largo proceso de aprendizaje basado en la recompensa (refuerzo positivo y negativo). Este proceso se almacena en el sistema nervioso más básico y se necesita un verdadero trabajo en profundidad para cambiarlo.
Así que, para ayudarte, aquí tienes una breve lista de buenos propósitos para adelgazar que podrían ayudarte a poner todas las posibilidades de tu lado para conseguir algunos de tus objetivos para el nuevo año:
Si empiezas el día con los alimentos adecuados y en las cantidades correctas, ¡tu cuerpo no almacenará grasa en previsión de otras comidas omitidas! No olvides que nuestro cuerpo es inteligente y hará lo que sea para sobrevivir.
Para ello, cambia la vajilla por platos más pequeños: ¡es un truco que funciona! Mientras comamos mucho, engordaremos. También puedes multiplicar tus tentempiés dividiendo la comida del día en pequeñas porciones que tu cuerpo pueda metabolizar rápidamente. Por último, evita comer después de las 7 de la tarde. A partir de esa hora, el metabolismo se ralentiza y las posibilidades de “quemar” cantidades adicionales de comida son muy escasas.
Las verduras y la fruta deben ser el pilar de tu dieta. Las proteínas y otras vitaminas no sólo se encuentran en la carne, los bocadillos y los dulces. La naturaleza esconde muchas otras fuentes igual de beneficiosas, así que ¡búscalas!
Sí, tienes derecho a una comida “trampa” a la semana. Pasar hambre no resuelve realmente el problema del peso, porque la aberración causada por la privación puede tener efectos perjudiciales en el proceso de pérdida de peso. La regla del 80%-20% significa que una persona puede permitirse excederse un poco en un 20% si ya ha alcanzado el 80% de sus objetivos de adelgazamiento. ¡Una copita de vino el fin de semana no lo arruinará todo! Moderación…
¡Feliz Año Nuevo! ¡Y buenos propósitos para adelgazar!