Erección: causas de la impotencia
La impotencia o disfunción eréctil es un trastorno sexual que, por desgracia, afecta a muchos hombres.
Como en general es difícil hablar de ello abiertamente, hemos decidido comentarlo aquí para ayudar a estas personas a seguir adelante.
Ocultar el problema no lo resolverá. No, para encontrar una solución hay que confiar en un amigo, en la pareja o en un médico especialista. En resumen, hay que hablar de ello…
Aquí tienes las causas más comunes de la disfunción eréctil explicadas en detalle:
Erección y envejecimiento
Hay dos razones por las que los hombres mayores tienen más probabilidades de sufrir disfunción eréctil que los jóvenes. En primer lugar, los hombres mayores son más propensos a desarrollar enfermedades (como infartos de miocardio, angina de pecho, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, diabetes e hipertensión arterial) que están asociadas a la disfunción eréctil.
En segundo lugar, el proceso de envejecimiento por sí solo puede causar disfunción eréctil en algunos hombres, principalmente por una disminución de la rigidez de los tejidos del cuerpo cavernoso, aunque se ha sugerido, pero no se ha demostrado, que también hay una disminución de la producción de óxido nítrico en los nervios que estimulan los músculos del pene.
Erección y diabetes
La disfunción eréctil tiende a desarrollarse entre 10 y 15 años antes en los hombres diabéticos que en los no diabéticos. En un estudio poblacional de hombres de 50-60 años con diabetes de tipo I durante más de 10 años, el 55% padecía disfunción eréctil.
El mayor riesgo de disfunción eréctil en los hombres con diabetes puede deberse a una aparición más temprana y a una mayor gravedad de la aterosclerosis de las arterias, que se estrechan y reducen la distribución de sangre al pene. Cuando el suministro de sangre al pene es insuficiente, no es posible lograr una erección suficientemente fuerte. La diabetes también causa disfunción eréctil al dañar dos nervios sensoriales y autónomos, una afección conocida como neuropatía diabética. El tabaquismo, la obesidad, el mal control de la glucemia y la diabetes son las causas más frecuentes de disfunción eréctil.
Además de la aterosclerosis y/o la neuropatía causantes de la disfunción eréctil, muchos hombres con diabetes también desarrollan miopatía (enfermedad muscular) como consecuencia de la disfunción eréctil. Este trastorno eréctil hace que se reduzca el contenido de los músculos del cuerpo cavernoso y se presenta clínicamente como una incapacidad para mantener una erección durante el tiempo deseado.
Erección e hipertensión (tensión arterial alta)
Las personas que padecen hipertensión o arteriosclerosis esencial corren un alto riesgo de desarrollar disfunción eréctil. La hipertensión esencial es la forma más común de tensión arterial alta; se denomina hipertensión esencial porque no está causada por ninguna otra enfermedad (por ejemplo, una enfermedad renal).
Sin embargo, resulta que las personas con hipertensión esencial tienen una baja producción de óxido nítrico en todas las arterias del cuerpo, incluidas las del pene. La hipertensión también acelera la progresión de la aterosclerosis, que a su vez puede contribuir a la disfunción eréctil. Los científicos sugieren que la reducción de los niveles de óxido nítrico en pacientes con hipertensión esencial puede contribuir a la disfunción eréctil.
Erección y enfermedad cardiovascular
La causa más común de las enfermedades cardiovasculares es la aterosclerosis, el estrechamiento y endurecimiento de las arterias que reduce el flujo sanguíneo.
La aterosclerosis afecta generalmente a las arterias de todo el cuerpo y se ve agravada por la hipertensión arterial, los niveles elevados de colesterol en sangre, el tabaquismo y la diabetes mellitus. Cuando las arterias coronarias (arterias que suministran sangre al músculo cardiaco) se estrechan por la aterosclerosis, pueden producirse problemas cardiacos. Cuando las arterias cerebrales (arterias que suministran sangre al cerebro) se estrechan por la aterosclerosis, pueden producirse derrames cerebrales.
Del mismo modo, cuando las arterias que van al pene y a los órganos pélvicos se estrechan por la aterosclerosis, la sangre se distribuye insuficientemente al pene para permitir la erección. Existe una estrecha correlación entre la gravedad de la aterosclerosis en las arterias coronarias y la disfunción eréctil. Por ejemplo, los hombres con aterosclerosis coronaria más grave también tienden a presentar una disfunción eréctil más grave en comparación con los hombres con aterosclerosis coronaria benigna.
Algunos médicos sugieren que se examine a los hombres que han experimentado problemas de erección recientemente para detectar arterias coronarias silentes (aterosclerosis coronaria avanzada que no se ha manifestado).
Erección y tabaquismo
Los fumadores activos tienen el doble de probabilidades de sufrir disfunción eréctil que los no fumadores. Es más, los hombres que no fuman pero están expuestos al humo corren el mismo riesgo de desarrollar esta forma de impotencia que los fumadores activos.
La disfunción eréctil afecta a miles de hombres en todo el mundo, cada uno por razones diferentes. Sin embargo, si deja de fumar, podría reducir drásticamente el riesgo de padecer disfunción eréctil. Para ayudarle a decidir, es importante que conozca los siguientes datos:
- Fumar puede provocar graves accidentes cardiovasculares y cerebrales, así como obstrucciones en las arterias. Es más, los infartos de miocardio también son frecuentes entre los fumadores. En resumen, fumar puede ralentizar u obstruir el flujo sanguíneo necesario para lograr una erección.
- Una investigación llevada a cabo recientemente entre fumadores sin antecedentes de disfunción eréctil demostró que estos hombres tenían el doble de probabilidades de experimentar una disfunción eréctil moderada o agravada que los que no fumaban.
- Fumar también puede causar disfunción eréctil por razones distintas a la alteración de la tensión arterial.
- Fumar influye en otros factores del cuerpo humano, como el sistema nervioso (es decir, la estimulación mental) y las hormonas.
Afortunadamente, esta disfunción puede curarse (total o parcialmente) dejando de fumar. De hecho, los hombres que habían experimentado problemas de disfunción eréctil en el pasado y decidieron dejar de fumar observaron una mejora de su estado físico y mental. Cuanto más tiempo sigas fumando, más daño seguirás haciendo a tu cuerpo, ¡que desempeña un papel fundamental en tu capacidad para tener una erección!
Erección y abuso de sustancias
La marihuana, la heroína, la cocaína, la metanfetamina y el abuso del alcohol contribuyen en gran medida a la disfunción eréctil. Además de causar daños nerviosos, el alcoholismo puede provocar la atrofia (encogimiento) de los testículos, afectando así a los niveles de testosterona.
Niveles bajos de testosterona
La testosterona (la principal hormona sexual masculina) no sólo es necesaria para la libido, sino también para mantener los niveles de óxido nítrico en el pene. En consecuencia, los hombres con hipogonadismo (función testicular resultante de una baja producción de testosterona) pueden tener una libido baja y experimentar disfunción eréctil.
Erección y lesión medular
Los daños en la médula espinal y los nervios de la pelvis también pueden ser la causa de la disfunción eréctil. Las lesiones nerviosas pueden deberse a enfermedades, traumatismos o intervenciones quirúrgicas anteriores. Algunos ejemplos son las lesiones de la médula espinal provocadas por accidentes de tráfico, las lesiones de los nervios pélvicos, la cirugía de cáncer de próstata (prostatectomía), la cirugía benigna de aumento de tamaño de la próstata, la esclerosis múltiple (una enfermedad neurológica con el potencial de provocar grandes daños en los nervios) y la diabetes mellitus de larga duración.
Erección y medicación
Muchos medicamentos comunes provocan disfunción eréctil como efecto secundario. Los medicamentos que pueden causar disfunción eréctil suelen utilizarse para tratar la hipertensión arterial, los antihistamínicos, los antidepresivos, los tranquilizantes y los supresores del apetito.
Algunos ejemplos de medicamentos comunes que pueden causar disfunción eréctil son el propranolol (Inderal) u otros betabloqueantes, la hidroclorotiazida, la digoxina (Lanoxin), la amitriptilina (Elavil), famotidina (Pepcid), cimetidina (Tagamet), metoclopramida (Reglan), indometacina (Indocin ), litio (Eskalith, Lithobid), verapamilo (Calan, Verelan, Isoptin), fenitoína (Dilantin) y gemfibrozilo (Lopid).
Erección, depresión y ansiedad
Los factores psicológicos también pueden ser responsables de la disfunción eréctil. Entre ellos se incluyen el estrés, la ansiedad, la culpa, la depresión, el síndrome de la viuda, la baja autoestima, el trastorno de estrés postraumático y el miedo al fracaso sexual (ansiedad de rendimiento).
También cabe señalar que muchos fármacos utilizados para tratar la depresión y otros trastornos psiquiátricos pueden causar dificultades eréctiles o eyaculatorias.
