Una fuente fiable sobre muchos temas.
La situación es la siguiente: acabas de recibir a tu precioso cachorrito, es muy mono y estás empezando a jugar con él. Pero para que el perro cumpla su función, tiene que obedecer a su amo. Hay que decir que cuando traes a esta bolita de pelo a casa por primera vez, tiendes a mimarla y a dárselo todo. Solemos olvidar que el aprendizaje puede empezar ya en los primeros meses.
Pero un cachorro es frágil y necesita mucha atención y cariño.
Para obtener los mejores resultados, debes conocer la mentalidad de tu cachorro y adaptar tu adiestramiento a ella, teniendo en cuenta todos los aspectos relacionados con su corta edad.
El adiestramiento de cachorros no es fácil, pero con las técnicas adecuadas se puede conseguir.
Lo primero que debe hacer es ayudar a su cachorro a encontrar su espacio. Empezará a aventurarse por la casa y el jardín, pero si hay lugares a los que no puede ir, es hora de prohibírselo directamente. Del mismo modo, debes indicarle claramente dónde está su cama y llevarlo a su cesta en cuanto dé señales de dormirse.
Si le has comprado algún juguete, ponlo también en su cesta. No olvide permanecer muy atento y prohibirle que se suba a las butacas.
Una vez que tu perro haya identificado sus obstáculos, tendrá que averiguar dónde tiene que hacer sus necesidades. Y mientras no se lo indiques claramente, ¡tu cachorro no podrá adivinarlo!
Así que, si te esfuerzas por enseñarle a hacer sus necesidades en el jardín, ¿por qué no ser aún más específico y mostrarle un lugar concreto del mismo?
Debes vigilar constantemente a tu cachorro y sacarlo con regularidad para que haga sus necesidades donde tú quieras. En cuanto haga sus necesidades allí, acarícialo y dale un premio. Si lo hace en casa, cójalo en el acto y llévelo al lugar deseado, para demostrarle que es allí donde quiere que lo haga.
Después, los siguientes pasos en la obediencia canina consisten principalmente en una serie de órdenes básicas: siéntate, vuelve, túmbate, etc. Evidentemente, empiece por las órdenes más sencillas, en un lugar muy tranquilo, antes de pasar gradualmente a órdenes más difíciles en lugares más ruidosos.
Por último, no olvide tampoco que es importante que su perro sea “adiestrado”, es decir, que repita a intervalos regulares las distintas órdenes que ya ha aprendido, para que no las olvide…
La vida de un perro es de unos 15 años. Cuando adoptes uno, debes pensar a largo plazo y elegirlo con cuidado, porque será un amigo fiel durante todos esos años. A su edad, los cachorros aún están en un periodo en el que necesitan ternura, consideración y afecto.
Parece comportarse como un niño que atrae a menudo la atención de sus padres. Por ello, tiene un instinto de iniciación y familiarización con sus amos y su entorno.
Por ello, es importante que aprenda lo básico siguiendo las normas adecuadas, teniendo en cuenta su corta edad. Lo principal es presentarle diferentes lugares, objetos, personas y ruidos.
Cuando vuelva a casa, tendrás que enseñarle a ir al baño. Cada semana, debes intentar llevar a este animalito al menos a tres sitios distintos. Así desarrollará la confianza en sí mismo y aprenderá el camino a casa.
El adiestramiento canino se consigue dando órdenes. Desde una edad temprana, puede enseñar a su perro a sentarse o quedarse quieto. Hay órdenes como “siéntate”, “abajo” y “talón”.
Hay que tener paciencia; repitiendo los ejercicios varias veces, el perro conseguirá sus objetivos. Pero al mismo tiempo, hay que saber decir “no” para que aprenda a obedecer. La orden de no moverse también es un punto importante en el adiestramiento de un perro bien educado.
Es útil conocer la mentalidad del cachorro para entender su carácter y su comportamiento. Comprendiéndolo, el propietario puede obtener buenos resultados.
Y, al saber realmente de lo que es capaz el perro, podrá adaptar los métodos que se apliquen.
Así, poco a poco, su carácter evolucionará con el tiempo. Tendrá que ser paciente, pero también prestar especial atención a los gestos y hábitos de esta jovencísima mascota.
La mejor manera de adiestrar con éxito a un cachorro es adaptar la técnica a su mentalidad, y ser amable, paciente y comprensivo.
Pero no hay que olvidar recompensarle cuando haga progresos y castigarle cuando haga algo que se considere una tontería.
Prestando especial atención podrás mantener una buena relación y dejar claro quién manda.